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CONSEJOS DE AVES


 

Si no tomas precauciones podrías tener problemas Aunque los periquitos tienden a ser aves gregarias y sociables, juntar periquitos nuevos con periquitos viejos, podría acarrear problemas si no se toman las precauciones necesarias. 

Lo que sucede es que cualquier periquito que se incorpora después, es visto por el resto de la bandada como un intruso al que ignoran o atacan. Así que no esperes que establezcan amistad de un día para otro, necesitarán un tiempo para acostumbrarse a la nueva situación, especialmente si llevan mucho tiempo solos.

Si deseas darle una pareja a tu periquito o integrar uno nuevo al grupo, sigue estos consejos:

• Compra o presta una segunda jaula para el periquito nuevo. Una pequeña y económica te servirá, y luego podrás utilizarla como jaula de transporte o de cuarentena. 

• Es recomendable tener al periquito nuevo por lo menos una semana aislado de los demás, así te asegurarás que no tenga ninguna enfermedad contagiosa y tendrás tiempo para acostumbrarlo a ti y a la mano.

• El próximo paso es poner ambas jaulas en la misma habitación. Así podrán establecer contacto visual y acústico, pero ninguno considerará al otro como intruso en su territorio. 

• Si acostumbras soltar a tu periquito a volar por la habitación, todavía no abras la jaula del "nuevo". Lo más probable es que el periquito viejo se acerque a la jaula del nuevo y así podrán establecer un primer contacto físico a través de los barrotes.

• Transcurridos unos días, abre ambas jaulas. Esto les permitirá conocerse en semilibertad por la habitación y ninguno verá al otro como intruso en su jaula, la cual constituye su territorio más íntimo. Además habrá espacio suficiente para que ambos periquitos puedan ponerse fuera del alcance del otro en caso de que haya problemas



REACCIONES:


Se han observado tres posibles reacciones hacia un periquito nuevo, por parte de los otros:

1. Los viejos lo aceptan en seguida, establecen contacto con él y lo integran a la bandada.
2. Los viejos lo ignoran, no se acercan a él, ni lo atacan. Luego de algunos días o semanas, lo aceptan y establecen contacto con él.
3. Los periquitos viejos atacan o espantan al nuevo, o le tienen miedo. 

Dependiendo de la reacción, necesitarás más o menos tiempo hasta que el nuevo periquito sea aceptado por los demás. Sin embargo, existe una forma de facilitar este proceso.

Si cambias la disposición de las perchas, colocas juguetes nuevos, etc., lograrás que para ambos periquitos la jaula sea territorio desconocido y en principio se evitarán las peleas por territorio.

Recuerda la regla de oro, “No metas a un periquito nuevo en la jaula del periquito viejo”, no importa si tienes sólo uno o más periquitos viejos, te recomendamos seguir estos consejos.

 

2 .Realizar a tiempo es vital los periquitos son aves originarias de Australia. Aunque depende de muchos factores, su edad promedio de vida es de diez u doce años. Se adaptan rápidamente a la vida en jaula, y aunque suelen ser aves robustas que disfrutan vivir en comunidad, su sistema inmunológico suele ser bastante frágil. Padecen de diversas enfermedades, muchas de las cuales pueden prevenirse si vigilamos de cerca su alimentación e higiene. 


Algo fundamental es determinar a tiempo algún padecimiento, ya que de forma instintiva tienden a esconder los síntomas para no ser marginadas por sus compañeros. Lo más aconsejable es que si notas que tu periquito presenta alguna conducta anormal, consultes lo antes posible con un profesional ya que las enfermedades progresan rápidamente en este tipo de aves. 

A continuación mencionamos algunos de los signos más frecuentes que debes observar, los cuales podrían alertarte sobre algún padecimiento: el periquito come o bebe menos o más de lo normal; muestra pérdida de peso o aumento desmedido; su plumaje se pone opaco; su céreo cambia de color; manifiesta poca actividad, no vuela o jadea después de hacerlo; respira con dificultad; le lloran los ojos o los mantiene mucho tiempo cerrados; evita el contacto con sus compañeros o son ellos quienes lo rechazan; sus excrementos cambian de color.

Algunos padecimientos de estas aves son: muda anormal del plumaje, ácaros, parásitos internos o externos, diarrea, resfriados, candidiasis, irritación del buche, carencia o sobre dosificación de vitaminas, -entre otros-.

Si observas uno o más signos de los que te indicamos anteriormente, no dudes consultar inmediatamente a un especialista en aves. Recuerda que de un tratamiento oportuno depende la recuperación de tu periquito.

3.Si un ave no consigue desgastar de una manera aceptable sus uñas con el ejercicio diario habrá que recortárselas con el fin de que el animal no se enganche constantemente las patas con cualquier objeto con el que se tope en la jaula. El crecimiento excesivo de las garras ocurre principalmente en las aves de menor tamaño, a las que habrá que prestar una especial atención para que no sufran ningún percance.

4.Cada vez es mayor el número de personas que deciden acompañar sus vidas con la simpatía de un canario. A primera vista, quedan seducidos por la vivacidad del color de sus plumas, o por el canto de un ejemplar que después compran y se llevan a casa. Y casi siempre su elección es acertada. 


A la hora de adquirirlo, es fundamental comprobar que se encuentre sano. Si lo está, se mostrará vivaz, alegre y cantarín; excitado por la atmósfera que se establece en las grandes jaulas de las ferias y exposiciones, salta, canta y gorjea.