CONSEJOS DE GATOS
1 .Que si tiene el hocico seco, que si éste está caliente, que si las puntas de las orejas están frías, que si todas ellas están muy calientes, que si se nota que el gato está más frío de lo normal, etc., etc. Los mil y un sistemas, los mil y un errores. La única forma existente en la actualidad para tomar la temperatura a un animal, un gato en nuestro caso, es la vía rectal. Es una forma fiable, que nunca falla.
Si el termómetro supera los 39ºC no hay duda, el gato tiene fiebre. La temperatura fisiológica de un gato adulto va desde los 38.3ºC hasta los 39ºC. En cachorros puede permitirse un incremento de la temperatura máxima de medio grado, eso es, hasta 39,5ºC.
Temperaturas menores de 38ºC no son nada buenas y deben conllevar la visita pronta al veterinario. Del mismo modo debe actuarse cuando superamos el nivel máximo.
Tomar la temperatura no es, en absoluto, una maniobra fácil.
2. Para que un alimento para gatos cumpla su objetivo de proporcionar una nutrición completa y equilibrada, debe contener toda una serie de nutrientes esenciales, cuya carencia podría originar deficiencias con manifestaciones clínicas más o menos tempranas. En los últimos años la comunicada científica ha mostrado un creciente interés por profundizar en el conocimiento de la nutrición felina y se han esclarecido muchas de las particularidades nutritivas del gato. Los conocimientos actuales sobre la alimentación del gato ponen de manifiesto que esta especie presenta diversas características de su metabolismo que se traducen en unas necesidades nutritivas que son del todo particulares y bien diferentes de las del perro.
El gato es un carnívoro estricto, tanto desde el punto de vista zoológico como evolutivo, y así lo reflejan sus hábitos alimentarios y su estructura anatómica. Sin embargo, ello no significa que deba comer únicamente carne, sino que en su alimentación necesariamente deben incluirse materias de origen animal. La alimentación natural del gato se basa en la caza (aves, pequeños roedores, reptiles, ranas, peces, insectos, etc.) de la que no sólo consume la carne y los tejidos óseos de la presa, sino que también ingiere el contenido del aparato digestivo, en muchas ocasiones de origen vegetal.
3 El gato, a diferencia del perro, es un animal muy independiente. Por ello, no requieren tanta atención y son mascotas ideales para personas mayores o que disponen de poco tiempo para dedicarle a él.
Si bien no manifiestan su cariño hacia nosotros tan efusivamente como el perro, debemos tener en claro que simplemente lo que hacen es manifiestarlo de otra manera.
Son animales muy limpios y aprenden fácilmente a hacer sus necesidades en las llamadas "piedras sanitarias". Estas deben cambiarse rutinariamente, por razones higiénicas y sanitarias.
4. Tener un gato es una de las opciones más elegidas cuando nos planteamos comprar o adoptar una mascota. Estos animales destacan por su belleza y su esbelta figura. Además, son bastante tranquilos por norma general y requieren unos cuidados que no nos exigirán demasiado sacrificio. G. Bernard Shaw afirmó una vez que el hombre es civilizado en la medida en que comprende a un gato. Para entendernos con nuestro gato, es importante que conozcamos sus reglas básicas de comunicación.
Los felinos domésticos nos hablan a su manera. Por medio de los movimientos de las distintas partes de su cuerpo y a través de sonidos característicos, nos hacen partícipes de su alegría y felicidad, pero también de los momentos en los que tienen miedo, algo no les gusta o están enfadados por algún motivo. Conocer de antemano el significado de este conjunto de manifestaciones corporales y lingüísticas, nos ayudará a interpretar mejor sus deseos y temores, además de resultar más sencilla su educación.
5 .El gato es un animal territorial. Tanto machos como hembras organizan y defienden su territorio marcándolo de diferentes maneras. Esas marcas son señales de comunicación que otros gatos entienden y, salvo excesos, forman parte del comportamiento normal de los gatos. Existen tres formas básicas de marcar el territorio.
Marcaje con orina: Esta forma de marcaje la realizan los machos cuando hay hembras en celo cerca y raramente algunas hembras. Se hacen con poca cantidad de orina, muy olorosa e indican que están dispuestos para reproducirse. Es un comportamiento totalmente normal en gatos no esterilizados, que cesará cuando pase el celo.
El gato también puede marcar su territorio con orina si sufre estrés por un cambio en la rutina diaria, por la llegada de otro gato o por tener que compartir poco espacio con muchos gatos.
Marcaje con feromonas:
Frotando parte de su cuerpo contra objetos y personas. Es la forma de marcar el territorio más tolerada por los dueños, que normalmente piensa que el gato es muy cariñoso.
Estas marcas se hacen con una sustancia: feromona, que los gatos segregan en la cara y base de la cola principalmente y crea un ambiente tranquilizador y de bienestar para el gato. De esta forma marcan esquinas sobresalientes y a las personas y a otros animales con los que conviven.